En Latinoamérica 2 de cada 5 conductores compra
llantas desgastadas. Por eso especialistas recomiendan que, aun cuando se
encuentren en buen estado, sin defectos aparentes, han perdido sus prestaciones
debido a que cada auto las desgasta de formas distinta por el peso, reparto de
los ejes, tipo de tracción y potencia. Al utilizar una llanta usada se pueden
producir vibraciones, desgastes prematuros e irregulares, menos estabilidad o
incremento de la distancia de detención.
miércoles, 25 de junio de 2014
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