Sí, en el mundo de las patentes hemos visto
de todo, pero lo que ahora llega por parte de Google podría sería acreedor a un
premio a lo más extraño, ya que le acaban de otorgar una nueva patente
solicitada en 2014, la cual busca reducir los daños por atropellos en sus
coches autónomos, aunque bien podría adaptarse a cualquier coche, donde la
parte curiosa es que se apoya en un capó con una capa adhesiva para atrapar
peatones, sí, como si fuesen moscas.
La patente describe el uso de un fuerte
adhesivo que se colocaría en el capó de los vehículos, esto con el objetivo de
mitigar los daños que podrían surgir de un impacto frontal contra una persona,
ciclistas e incluso animales, ya que gracias a lo pegajoso de esta superficie,
se evitaría lanzarlos hacia arriba, enfrente o los lados.
Foto: Difusión
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